Es curioso como la mente humana es capaz de dar imágenes erróneas de muchas cosas; Los prejucios son una de ellas.
Hace un par de semanas fuimos a hacer un trabajo en un colegio en la periferia de Valpo, en Rodelillo, un cerro bien alto que queda a 15 minutos del centro.
Cuando supimos que iriamos alli, inmediatamente pensamos en un asalto. Por el sector, por la realidad, que es dura.
Pero poco a poco, preparando el proyecto me di cuenta que podria estar equivocada. Que tal vez los niños a los que conocería no eran "malos"... y no me equivoqué.
El día que llegamos, me sorprendi.
La escuela era gigante y linda, las salas coloridas y acogedoras.
Cuando entramos, los niños nos recibieron con su mejor cara. Sonrisas sin pedir nada a cambio. Cariño y un beso amigo ingenuo y transparente, niños en busca de sueños e ideas. Niños al fin y al cabo.