24 de septiembre de 2008


soy feliz!
o por lo menos hoy lo fui. Es cuático que la felicidad sea así, tan efímera y tan prolongada a la vez.
por lo menos la saboreé hoy en la tarde al ver ese panel con lo que tanto anhele estos meses.
por lo menos la sentí cuando me bajé apurá de la micro mirando el horizonte lejano, soleado y el viento me acariciaba suave, el rostro.

No sé como es que cambian tanto las cosas en tan poco tiempo. Es heavy darse cuenta que lo que pensaste llegaría en mucho tiempo hoy lo estay viviendo. Pero heavy no en el sentido malo, sino en una forma ni buena ni mala, más digámoslo así, intensa. Y heavy también sentir que estay sola viviendo el cambio.

Los de ayer no son los mismos hoy, y probablemente los de hoy no sean los mismos de mañana. Está bien, estoy acostumbrá a el constante cambio, pero ahora no es tan paulatino sino que mas bien fuerte--- La realidad es que no soy sensible como lo era antes, las crisis no están a la vuelta de la esquina y los bajones extremos no están a la orden del día.

Yo sé que todavía falta pero es tan rico...
caminar confiada, al cien por ciento, por completo.

17 de septiembre de 2008

Blur smoke


No hay olor que me guste más que el del humo del cigarro. Pero no el humo encerrado dentro de las paredes, o el humo ahogado en las mesas del restaurant lleno de comida, sino el humo al aire libre. Ese que flamea por donde quiere en medio de la calle, tras de mí, en el paso de cebra o en la vereda cuando camino rápido. Y aunque no fumo, y dejé de ser fumadora ocasional hace meses, y en mi boca no ha entrado el humo blanco ni la nicotina, siempre me ha encantado ese olor ahumado de tabaco y alquitrán.
Disfruto de su aroma, aunque no por ratos prolongados si no es como dije arriba al aire libre. Y me relaja, así como el inconfundible olor a alcohol puro y no copete, y a cualquier producto que tenga benceno.
Y no, no aspiro neoprén, pero son estos diminutos detalles parte de algunos días en que la mente da vueltas por tanta cosa y en el fondo el alma se siente ajena.

En realidad nadie entiende, son cosas de adentro, propias, inherentes a mi yo entero.
Las cosas han cambiado tanto. No es como ayer, o el otro. Las metamorfosis son así, hay veces en que el capullo ahoga y nos aisla, pero la transformación vale la pena, al menos eso dicen.

En el fondo sé que hay weás que se irán y terminarán un día. Y cansa un montón nadar contracorriente y esperar a que tu perspectiva la entiendan, pero no, no es así. Tampoco voy a pecar de ingenua y no intentaré convencer al resto. No es el tiempo y me da lata volver a hacerlo. Y no es de inconciente, pero no podí entrar a un lugar que está cerrado, así de simple.

Estos pocos días que han pasado se desvanecen en un ir y venir de preguntas y respuestas, no prentendo que las acepten, porque la 'realidad' que ellos establecen con tanta convicción llegó para ser la verdad absoluta de la nada misma.

Nunca me gustó la filosofía, que lata, pero puta que me sirvió leer tanta pelotudez para estar aún más segura que lo que yo creo está bien.