25 de diciembre de 2008

Estaba a la orilla, mojada. Obviamente descalza, no conocía a casi nadie de los que estaban ahí, excepto a la Cata. Antes de irnos pregunté por una playa cercana en la que pudiese nadar, así como en Tongoy. Me indicó que a la izquierda había una, pero iría después. Estábamos apurados, íbamos a algo importante. Subimos las escaleras llenas de arena y nos fuimos.

El lugar al que llegamos era sombrío, como tipica casa antigua porteña. Nos encontramos con ellos a la entrada, en pocos minutos más, saldrían a escena. Era cómico, estilo Paty Cofré. El vestuario era simple, sin mucha producción. La presentación más bien amateur. Antes de salir de camarines nos dieron un adelanto.

Fui al baño, era grande como el de los malls, pero ultra sucio. Estaba oscuro, el polvo cubría casi todo, como si nadie en meses hubiera ido a la limpiar ahí. No miré los inodoros, en realidad soy lo más asquienta con este tipo de cosas. Salí, no me miré ni al espejo.

Lo único que yo quería era irme a nadar, al agua salada y clara donde habíamos estado hace dos horas...

Anoche soñe que iba a la playa.